Durante el invierno se incrementa la ansiedad por comer en exceso debido a la sensación de frío, lo cual si se suma a una reducción en la actividad de física, provoca que los adultos suban de peso con rapidez.
La tendencia a querer comer más, sobre todo chocolates, postres, tortas, dulces y frituras, se debe a que la sensación de frío provoca una reacción normal del cuerpo por querer nivelar su temperatura.
"Aquellas personas que cuidaban su físico durante el verano dejan de hacerlo en invierno, abandonan la actividad física y, por querer mantener el calor corporal tienen más apetito y empiezan a consumir alimentos de alto contenido energético como chocolates y grasas, lo cual genera un aumento de peso".
Es recomendable consumir siempre alimentos variados y nutritivos durante el día, respetando los horarios de comida y evitando los excesos.
Asimismo, aumentar el consumo de frutas y verduras de diferente variedad y color, considerando las fuentes de vitamina A,C y D.
Finalmente recomiendo tomar de 6 a 8 vasos de agua diarios, puede ser tibia o caliente, y adicionalmente aumentar la actividad física.
El frío puede traer más ventajas que desventajas para el que controla la ansiedad. Es más fácil adelgazar porque el frío provoca que el cuerpo tenga que gastar más calorías y energía para equilibrar la temperatura corporal. Siempre y cuando uno no descuide el ejercicio y la alimentación. La mente es la clave.